top of page

“Dignidad ante la derrota”

“Hay derrotas que tienen más dignidad que una victoria” Le oí esa frase al míster del primer equipo. Ya la había leído anteriormente. De hecho, alguna que otra vez la he utilizado en sesiones de coaching. Y quizá fuera dicha frase la que me animó, después de mucho tiempo, a escribir este artículo en el blog.



Y es que aunque ya ha pasado tiempo desde que el juvenil terminara la temporada, aún se mantienen en la retina imágenes de los dos partidos del play off que no tuvieron el final deseado. Pero que al mismo tiempo me hacen esbozar una sonrisa de orgullo por acabar con la satisfacción de saber que hasta el último segundo del partido, se vació el equipo. Y para mi, por encima del resultado deportivo, eso es lo que cuenta. Lo dije en la última sesión: “me encantaría ganar, pero si tengo que empatar o perder, que sea con dignidad, con orgullo”.



Tras el partido de vuelta, me sentí en la obligación de terminarme el libro de Vicente del Bosque: “Ganar y Perder. La fortaleza emocional”. Era como tener la necesidad de reforzar todo lo que he defendido, defiendo y defenderé en cada uno de mis sesiones de coaching con los chicos. Saqué muchas frases, pero recopilando me quedo con un párrafo que creo que se acopla a la perfección al punto y final de esta temporada. Es éste: “Todos queremos ganar. En el deporte, en el fútbol, en la vida, todos buscamos resultados. Pero también trasladar la ética y la buena conducta personal. Es más apreciado y valorado un buen perdedor que aquel que gana de manera soberbia o vanidosa. Pues eso no dura nada. El mal ganador no tiene recorrido. Un ganador tonto, estúpido siempre es peor que aquel al que le toca perder y lo sabe hacer. En la derrota también se aprende. La derrota también es didáctica. Nosotros ahora hemos perdido, y no sé si es la palabra, pero creo que lo hemos hecho con dignidad”



Pues si. Creo que hay mucho que aprender tras esta derrota. Y creo que se ha perdido con dignidad. Si se hubiese ganado posiblemente se habría tachado la temporada de impecable. Creo también que se habría sabido ganar. Pero no se habrían analizado los posibles errores que se hayan podido cometer y, por tanto, no habría sido didáctica. Y, por tanto, no se crecería tanto como jugador y como persona que como se puede crecer con las consecuencias de una derrota. Y entre esas consecuencias está el analizar que se ha hecho mal para no lograr el éxito final y cómo se puede corregir para que no vuelva a ocurrir. Porque como bien dice el libro: “Esas son las consecuencias de una derrota: asumir la responsabilidad”. Eso es aprendizaje. Sirve para que un jugador crezca como persona y como futbolista.



La entrada al vestuario nada más acabar el partido fue dura. Cruel si me apuran. Pero el Talavera fue mejor que el Atlético Puertollano por 3-2 en el global de la eliminatoria. Y, ante eso, uno solo puede felicitar al rival, llorar si hace falta pero, lo más importante, levantarse de la caída. Uno no es ni será nunca un héroe sino sabe levantarse por más dura que haya sido la caída. Levantarse, respirar hondo y empezar a pensar que el fútbol siempre te da nuevas oportunidades. Y la habrá. Seguro que llegará esa nueva oportunidad. Y ese día, sin duda, se conseguirá. Porque se llegará habiendo aprendido de los errores, de los fallos que impidieron ser mejor que el rival. Y con más experiencia. La experiencia que te da el sabor de la derrota y las consecuencias de la misma: asumir la responsabilidad. Tras acabar el partido no había consuelo. Sin embargo, desde ese momento tengo la convicción que a ese grupo de grandes personas les espera el sabor de la gloria en forma de ascenso.



Solo es cuestión de aprender, de ser humildes y, sobre todo, de CREER. Finalizo con otra gran frase de Don Vicente: “Saber qué hacer es inútil sin la fortaleza emocional para hacer lo que sabes”

 

Posts destacados
Posts Recientes
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
bottom of page